Instalaciones
Las mejores habitaciones
En este hotel te ofrecemos acogedoras habitaciones exclusivamente para el descanso y desconexión de la rutina, bien iluminadas, con un decorado discreto pero gentil, con textiles del color de la tierra que te harán sentir cómodo y relajado. Es un lugar para disfrutar y para recargar energía después de un largo día de trabajo, una excursión, una visita turística o una divertida reunión. No cuenta con tv.
Espacios diseñados para ti
Disfruta de un día de sol, nublado o lluvioso, o simplemente disfruta del aire fresco y renuévate en el jardín. Una opción ideal puede ser la realización de una carne asada en compañía de los amigos, gozando de las bonitas vistas que ofrece el entorno natural. El exterior de nuestro alojamiento es un espacio que invita a caminar por los senderos de la barranca, una experiencia única para disfrutar de rincones y vistas extraordinarias.
Los mejores eventos
“Mi Casa de Campo” es el lugar ideal para organizar pequeñas reuniones o celebraciones diversas; reuniones de negocios, eventos sociales o para festejar una ocasión importante en tu vida. Platícanos sobre tu evento, nosotros podremos ayudarte a preparar juntos la celebración.
En todas
las cosas de la naturaleza hay algo maravilloso.
Servicios
Comedor
El comedor es un grato espacio con vista al bosque, en él podrás degustar un exquisito café con pan tradicional de Zacatlán o pasar un buen rato entretenido con divertidos juegos de mesa.
Senderismo
Disfruta de los senderos disponibles en nuestro Hotel, donde podras gozar de las maravillosas vistas que ofrece la Barranca de los jilgeros.
Acceso a internet
No te quedes sin conexión, (Wi-Fi) gratuito en área común.
Estacionamiento Cerrado
Tu auto en las mejores manos, en todo momento.
Mural “La dualidad”
Rich Arnauda - Rafael Trejo Márquez
En la cosmogonía prehispánica los opuestos como el día y la noche, el bien y el mal, lo masculino y lo femenino no eran elementos distintos sino complementarios; al unirse formaban en su centro el equilibrio y la perfección. Dicha dualidad se representa en el mural con el árbol, del que destaca un ojo en el centro ya que se creía que los árboles eran seres vivos iguales que los humanos; sus raíces eran sus dientes con los cuales mordían y se alimentaban de la Tierra; sus ramas y hojas eran su hermoso plumaje, que además ofrecía frutos y flores para deleitarse con ellos. Este árbol está formado por dos partes distintas que se entrelazan. El lado luminoso representa la vida y ofrece flores coloridas y manzanas con las que se alimenta la figura femenina que simboliza la fertilidad y la naturaleza. El lado oscuro ofrece flores de cempasúchil y corazones de los que se alimenta el esqueleto que simboliza la muerte y la noche. En el lado derecho, el día, y el izquierdo, la noche; sus elementos se complementan entre sí: el Sol y la Luna, las nubes y las estrellas, las flores y los cactus, los animales nocturnos y los diurnos. Destaca el xoloitzcuintle en el entorno nocturno y el quetzal en el diurno; ambos ofrecen su canto al astro respectivo.
TÉCNICA DEL TRENCADÍS
El origen de esta técnica que tiene una presencia más contemporánea, se remonta al Arquitecto y Maestro Catalán Antoni Gaudí (1852-1926). Antoni Gaudí propuso un sistema que se consideró inédito: el «trencadís» (término de la lengua catalana que podría traducirse como troceado o 'picadillo') es un tipo de aplicación ornamental del mosaico a partir de fragmentos cerámicos —básicamente azulejos— unidos con argamasa; muy habitual y característico en la arquitectura modernista catalana. Relata una anécdota de la vida del artista, que Gaudí fue al taller de Lluís Brú y al ver cómo colocaban las piezas, tomó una baldosa y una maceta y rompiéndola exclamó: «A puñados se tienen que poner, si no, no acabaremos nunca». Para esta técnica utilizaron material desechable, además de fragmentos de platos y tazas de café de loza blanca de diversa procedencia. También se utilizaron baldosas de cerámica y el mosaico con la técnica del opus tessellatum. La técnica del trencadís se utilizó por primera vez en el llamador de la entrada de la finca Güell, en la avenida de Pedralbes de Barcelona. En esta finca, la arquitectura sinuosa convirtió en necesidad romper baldosas donde no se podían utilizar enteras.
Habitación 1
32 m2 de superficie
- Dos camas matrimoniales
- Terraza cerrada con vista a la barranca
- Baño completo
- Ocupación 2 a 4 personas
Habitación 2
26 m2 de superficie
- Dos camas matrimoniales
- Vista a la barranca
- Baño completo
- Ocupación 2 a 4 personas
Habitación 3
20 m2 de superficie
- Una cama King Size
- Vista a la barranca
- Baño completo
- Ocupación 2 personas
Habitación 4
16.5 m2 de superficie
- Una cama King Size
- Vista al jardín
- Baño completo
- Ocupación 2 personas
Habitación 5
21 m2 de superficie
- Dos camas matrimoniales
- Vista a la barranca
- Baño completo
- Ocupación 2 a 4 personas
Habitación 6
30 m2 de superficie
- Una cama matrimonial
- Terraza cerrada con vista a la barranca
- Baño completo
- Ocupación 2 personas
Habitación 7
30 m2 de superficie
- Dos camas matrimoniales
- Con vista a la barranca y al jardín
- Baño completo
- Ocupación 2 personas
Comedor
- Disfruta de un rico café
- Pan tradicional de Zacatlán
Jardín
- Disfruta de las hermosas vistas
- Relajación total
7
Habitaciones
423
Clientes
1000 m2
Hotel
550 m.
Sendero